Los socios de la organización de productores Opmega tienen sobre la mesa una decisión pendiente: la de incrementar el precio que se paga por el producto que crece en las bateas. El mejillón es un marisco que se cotiza poco; sus precios, de tan estables que son, parecen ser estáticos. «É certo que levamos moitos anos sen subir os prezos do mexillón. Agora temos un incremento enriba da mesa», explica el presidente de Opmega, Ricardo Herbón. Del asunto se hablará el próximo viernes, en el transcurso de una asamblea en la que se tomarán otras decisiones de enjundia para la organización. Entre ellas, quién llevará las riendas de la misma durante los próximos cuatro años.
Pero hablemos, primero, de dinero. Señala Ricardo Herbón que en estos momentos se dan las condiciones necesarias para plantear una subida de precios. «Queremos que afecte tanto ao produto fresco como ao de fábrica», explica. Aunque las nuevas tarifas, que serán ratificadas en la asamblea del viernes, comenzarán a aplicarse en cuanto arranque la campaña de industria. «Hai marxe, pero queremos que os nosos compradores vaian sendo conscientes e vaian contando con que se vai producir esa subida», explica Herbón. Aunque no quiso concretar el porcentaje de incremento que se maneja, parece que este oscilará entre un 30 % para el mejillón grande y un 10 % para el de tamaño pequeño.
Ese asunto es uno de los que el actual presidente de Opmega ha introducido en el orden del día de la asamblea en la que, por otra parte, se celebrarán elecciones. Herbón aspira a seguir en el cargo, y lo hace porque son varios los proyectos que están en marcha y que quiere culminar. Uno de ellos es la apertura de nuevos mercados internacionales para el mejillón de sus asociados. En ese sentido, «a pandemia supuxo un parón enorme, e foi nos mercados exteriores onde máis se sentiu. Malia todo, somos optimistas», dice. Hay otros proyectos en marcha, como el desarrollo de herramientas digitales que faciliten el trabajo a los asociados de Opmega, el refuerzo de la unidad del sector alrededor el Consello Regulador do Mexillón de Galicia, un proyecto para garantizar el relevo generacional en las bateas o una pionera iniciativa destinada a vigilar y proteger los viveros mediante el uso de drones. «Hai varias liñas de traballo abertas, e gustaríanos poder rematalas», explicaba ayer Herbón. Que pueda hacerlo, o no, dependerá de los votos de los socios.
Los socios de la organización de productores Opmega tienen sobre la mesa una decisión pendiente: la de incrementar el precio que se paga por el producto que crece en las bateas. El mejillón es un marisco que se cotiza poco; sus precios, de tan estables que son, parecen ser estáticos. «É certo que levamos moitos anos sen subir os prezos do mexillón. Agora temos un incremento enriba da mesa», explica el presidente de Opmega, Ricardo Herbón. Del asunto se hablará el próximo viernes, en el transcurso de una asamblea en la que se tomarán otras decisiones de enjundia para la organización. Entre ellas, quién llevará las riendas de la misma durante los próximos cuatro años.
Pero hablemos, primero, de dinero. Señala Ricardo Herbón que en estos momentos se dan las condiciones necesarias para plantear una subida de precios. «Queremos que afecte tanto ao produto fresco como ao de fábrica», explica. Aunque las nuevas tarifas, que serán ratificadas en la asamblea del viernes, comenzarán a aplicarse en cuanto arranque la campaña de industria. «Hai marxe, pero queremos que os nosos compradores vaian sendo conscientes e vaian contando con que se vai producir esa subida», explica Herbón. Aunque no quiso concretar el porcentaje de incremento que se maneja, parece que este oscilará entre un 30 % para el mejillón grande y un 10 % para el de tamaño pequeño.
Ese asunto es uno de los que el actual presidente de Opmega ha introducido en el orden del día de la asamblea en la que, por otra parte, se celebrarán elecciones. Herbón aspira a seguir en el cargo, y lo hace porque son varios los proyectos que están en marcha y que quiere culminar. Uno de ellos es la apertura de nuevos mercados internacionales para el mejillón de sus asociados. En ese sentido, «a pandemia supuxo un parón enorme, e foi nos mercados exteriores onde máis se sentiu. Malia todo, somos optimistas», dice. Hay otros proyectos en marcha, como el desarrollo de herramientas digitales que faciliten el trabajo a los asociados de Opmega, el refuerzo de la unidad del sector alrededor el Consello Regulador do Mexillón de Galicia, un proyecto para garantizar el relevo generacional en las bateas o una pionera iniciativa destinada a vigilar y proteger los viveros mediante el uso de drones. «Hai varias liñas de traballo abertas, e gustaríanos poder rematalas», explicaba ayer Herbón. Que pueda hacerlo, o no, dependerá de los votos de los socios.