El presidente de la agrupación boirense, Vicente Deira, reconoce que fue difícil tomar la decisión después de cerca de 40 años formando parte de la organización.

El nuevo rumbo tomado por Opmega -Organización de Productores de Mejillón de Galicia- con la compra del 24 % de Mariscos Antón dejó entrever críticas internas a la política desarrollada por la dirección, unas discrepancias que han acabado con una marcha importante en la organización: Amebarraña presentó esta semana su baja inmediata.

El presidente de esta agrupación boirense de bateeiros, Vicente Deira, no ahondó en las razones que llevaron a la asamblea de la entidad a decidir desligarse de Opmega ni reveló si tienen algo que ver con las últimas decisiones de su directiva, renovada recientemente, pero sí mencionó la existencia de disensiones desde hace tiempo: «Nunca pensamos en ter que saír de Opmega, pero a situación chegou a un extremo no que decidimos que era mellor marchar. Xa levábamos tempo con discrepancias por algunhas decisións e a asemblea acordou pedir a baixa». Deira insiste en no dar detalles sobre las causas concretas que abocaron a los socios, que suman unas 92 bateas, a optar por la salida de la organización porque acordaron «non entrar en polémicas».

Sobre esta decisión, reconoce que fue difícil tomarla después de cerca de 40 años formando parte de Opmega, aunque fue ampliamente respaldada por la asamblea, con solo un voto en contra y una abstención: «Démoslle moitas voltas porque estabamos dentro dende que fundamos a agrupación. Agora empezamos unha nova etapa na que seguiremos pola nosa conta buscando empresas ás que vender o noso mexillón».

Búsqueda de entendimiento

Por su parte, Ricardo Herbón, presidente de la directiva de Opmega, se mostraba resignado ante la decisión adoptada por Amebarraña: «Lamentamos que non estean con nós, pero imos seguir o noso camiño. Esgotamos todas as vías para chegar a un entendemento e decidiron marchar, e nós respectámolo».

Tampoco ahondó demasiado Herbón en las causas del distanciamiento: «Había discrepancias. Consideran que a dirección que tomamos en Opmega non é a correcta, e nós seguimos apostando polo noso plan estratéxico: abrir novos mercados e vender a nosa marca».

Con todo, Herbón no cierra la puerta a Amebarraña: «Pode chegar un momento no que se dean outras circunstancias e poidamos retomar as cousas que nos unen».